Distinguir
entre el respeto a las opiniones y el respeto a las personas.

Las opiniones están para ser
discutidas, no para ser respetadas; las personas sí. Si alguien dice que no
subirá los impuestos y luego los sube, no por eso debe ser torturado ni privado
de sus derechos civiles, probablemente tampoco propuesto a una cátedra de
ciencias políticas o económicas, pero lo que no se debe decir en cualquier caso
es que subir y bajar son dos opiniones igualmente respetables.
Es decir, una cosa es el derecho a
la opinión y otra cosa es la diferencia de derechos. ¿Es tan difícil de
entender? Hay un derecho a la opinión, pero porque hay un derecho, y ese
derecho es el que establecen las normas democráticas. No hay diferentes
derechos. Pero eso sería nefasto y la
democracia no es transigente respecto a que, además de la democracia, vivamos
en el feudalismo o en el canibalismo. No. Es decir, hay unos valores que
permiten la opinión pero no la mentira, dentro de esos valores, no fuera. Se es
político para entender qué es lo común y que es lo electivo y lo que cada
persona tiene de responsabilidad.
No hay comentarios: